Por qué el viento nos refresca.



Para nosotros es normal que la brisa que sentimos cuando salimos a la calle nos refresque. Obviamente la temperatura afuera es menor que la del interior de nuestras casas. Hasta ahí, nada raro.
Pero cuando estás dentro de tu casa y enciendes el ventilador o te venteas con un abanico de mano o simplemente un pedazo de cartón o plástico, sientes como te refresca. Pero si es el mismo aire de adentro de la casa, ¿por qué se siente más fresco? Si no te lo has preguntado, es bueno que comiences a pensar en ello.
De una vez te digo que los ventiladores no enfrían el aire. Lo único que hacen es moverlo, y eso basta. 


Bueno, aquí está la respuesta.
Cuando transpiras, el sudor pasa de dentro de tu cuerpo a tu piel, y luego, después de cierto tiempo, éste comenzará a evaporarse hacia el aire, es decir, el aire lo absorbe en forma de vapor. Este aire tiene una capacidad de absorción, es decir que llega un momento en que ya no absorbe el vapor al mismo ritmo que cuando comienzas a sudar. Ese aire se comienza a saturar, absorbiendo cada vez menos vapor de sudor, provocando que sientas incomodidad, en especial en días de alta humedad. Lo que hace el abanico o el ventilador es mover ese aire de modo que en las cercanías de tu piel habrá uno nuevo que está más presto a absorber vapor proveniente del sudor de tu cuerpo, ya que no está saturado como el que estaba antes de que el viento comenzara a circular, permitiendo que la transpiración cumpla su objetivo, que es refrescar el cuerpo.

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